MENSAJE Nº 20 DE MIGUEL (Último)
“Si me Pides una Flor, serás una Sola Flor
y Miles Girando sobre Si Mismas.”
“Si me Pides una Cruz, serás una Sola Cruz
y Miles Girando sobre Si Mismas”
(HB.)
Hermanos en Cristo:
Yo Soy Miguel.
La Flor o la Cruz.
La Cruz o la Flor.
¿Que elegiríais, Amados Hermanos?
En Vosotros está la elección.
Cada uno de Vosotros tiene el Poder sobre Vosotros Mismos de “poder” Elegir.
Seguramente ya sabéis que lo que se genera en el Interno, se manifiesta en lo externo.
SI o SI.
Y se extiende…
Por Miles… se extiende…
“Es contagioso”, Amados.
¡Cuanta “responsabilidad” entonces!
Cambiad, Hermanos, Cambiad.
Dad vuelta vuestros sentimientos, vuestros pensamientos, vuestras acciones,
vuestra forma de Ver, de Oír, de Tomar lo que las distintas circunstancias
que al vivir se van dando.
Pero Oíd bien:
Comenzad con Vosotros por Vuestro Interior.
Observaos, como en escritos anteriores enseñé.
Estad en el Presente. Atentos, sin dividiros, Unidos a Vosotros Mismos.
Veréis que, paso a paso, pasito a pasito os iréis transformando.
Os iréis “vaciando” de superficialidades, emociones, preconceptos, “creencias” que aprendimos y aprehendimos en ésta y tantas otras vidas de aprendizajes inconclusos.
Sentiréis, entonces que Vuestra Flor, Vuestras Virtud, Vuestra Alegría,
Vuestro Amor, comenzará a abrirse lentamente en la Limpieza, en el Vacío
Interior, expandiendo así el Perfume que por toda la Existencia Arderá.
¡VALOR! Amados Humanos.
¡VALOR! Dignos Hermanos.
¡VALOR!
Se necesita Valor para penetrar en las Cavernas profundas y oscuras del Propio Interior.
Se necesita Valor para caminar los laberínticos Caminos en la oscuridad interna.
Se necesita Valor para hundirse en el Océano de la Mente, para ir encontrando una por una las Preciosas piedras que componen “EL TESORO”.
En el Tesoro del Mar, el Centro del Laberinto, en la Caverna Iluminada,
Encontraréis Vuestro “Premio”.
Vuestro “Regalo”, Vuestro gran ramo de Flores que sepultará por “Siempre”, bajo su Ígneo Perfume, a la Cruz que habréis cargado por tantos y tantos Eones…
El Fuego de Vuestro Espíritu Santificado, encenderá con su perfume los maderos reduciéndolos a cenizas.
Entonces, de ahí, de esas Cenizas Puras, sin mancha ya, Resurgiréis, Hermanos en Cristo.
Como el Ave Fénix, os elevaréis a la alturas Limpias y Vacías de Dolor, a Vuestros Propios Cielos. A Vuestros Jardines cubiertos de Flores…
… Dejaréis de reptar, Amados, dejaréis de reptar…
El Premio es Grande.
EL CRISTO ES AMOR.
EL CRISTO ES FLOR.
¡EL CRISTO ES VIDA!
De Corazón a Corazón, con mi Corazón en el Vuestro y el Vuestro en el Mio, los envuelvo y me envuelven con la Fragancia de las Flores!
Os Amo.
Miguel.
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