¡Hola Hermanos!... ¿Cómo está Hoy vuestra Senda?... ¿Iluminada?... O como todos, sacando y sacando escombros… parecen interminables, ¿verdad? Pero sigamos Caminando, caminando y limpiando, Hermanos, porque cada piedrita, cada yuyito que saquemos, levantará un poco más el velo que nos conecta con nuestra Sapiencia natural, con nuestra Verdadera Conciencia.
A propósito de estas palabras, al final de esta reflexión que he hecho en Mi Misma hace unos días sobre la muerte física, les copiaré una poesía que escribí hace ya varios años y que habla de los escombros.
Todo está relacionado…
Estas fueron mis reflexiones sobre La Muerte del cuerpo físico. Ojalá les sirva.
“-La muerte del cuerpo es un alto en nuestro Camino hacia DIOS.
Es un demorarse, es tomar un descanso, y, sólo para qué?,
¡Para volver al mundo, tomar otro cuerpo y comenzar ¡nuevamente!, la escalada, el despertar… la limpieza! Una vez… dos… cien…… mil……..”
“-¿Que hemos conseguido en esta vida…?
Ser padres… madres… ingenieros… arquitectos…doctores… científicos… etc, etc…
Son todas distracciones de nuestro Verdadero y Real Camino.
Son atajos que tomamos del Camino Real, del que nos llevará al REYNO!
Sólo nos debe guiar lo que SOMOS por dentro y llegar a integrarnos con ÉL.
Nuestra ÚNICA MISION es ENCONTRARNOS y por ende encontrar a Dios!
CONVERTIRNOS EN DIOS. A su Imagen y Semejanza.”
“-¿Qué he conseguido en esta vida?... podrás entonces preguntarte…
¡Ser Dios! Podrás entonces responderte…
Y entonces… entonces si… esta vida se convierte en VIDA!
Esta Vida no ha sido una más, de las tantas…
Esta Vida no ha sido en vano, y la muerte no será tal… porque ya no morirás!
Serás, como dijo un Gran Maestro, serás… “LA VIDA MISMA”
12 hs. del 12 de setiembre del 2010-09-28
Haydée Bruno
Y aquí sigo con el poema:
TUMBA
Tapo mi desnudez agusanada
con ropajes coloridos.
Tapo mi carne flagelada
Con caricias inventadas.
Tapo mi cuerpo ensangrentado
Con túnicas remendadas.
Tapo, tapo. Escondo… Cierro…
Escondo mis ojos luminosos
Con escorias herrumbradas.
Cierro la brillantez de mi mirada
Con cerrojos ya cansados.
Palada tras paladas. Escombro sobre escombros.
¡¡¡¿DONDE ESTOY?!!!
¡¿En que Tumba Milenaria
He quedado enterrada “YO”?!...
Haydé Bruno