Hola!... Hermanos de la Senda Luminosa! Como los están tratando estos tiempos revueltos? A mi no tan bien, pero bueno, estamos en el baile y tenemos que bailar,¿verdad?
Aquí les transcribo un escrito mío de enero del año 2004.
Tal vez sea para reflexionar y ponerlo en práctica.
CAUSA y EFECTO
“LA SERPIENTE QUE SE MUERDE LA COLA”
Eso somos.
Nos mordemos la cola, nos duele. El dolor que nos produce esa mordida es el efecto de la causa que nosotros mismos creamos, pero seguimos distraídos el camino. En algún momento volvemos a mordernos la cola, volvemos a sentir el dolor de nuestros propios dientes… ¡Ay!...
En cambio, si estamos atentos, en el “aquí”, en el “presente”, sumergidos en nosotros y viéndonos, mirándonos internamente, lo que pensamos, hablamos y actuamos, nos daremos cuenta rápidamente que estamos por “morder” nuevamente y sentir otra vez el dolor.
Sabemos que la CAUSA es el MORDIZCO.
Sabemos que el EFECTO es el DOLOR.
Entonces…no nos mordamos. ¡ Traguémonos la cola! Sumerjámonos en nosotros de tal manera que lleguemos a SER UN PUNTO. Que seamos EL FIN Y EL PRINCIPIO de Nosotros Mismos!
Que la Causa y el Efecto se unifiquen de tal manera, anulándose, neutralizándose, pasando a convertirse en UNO.
Entonces, no crearemos “CAUSAS”, y por ende no habrá “EFECTOS”.
Y allí nos convertiremos en CREADORES. Sólo habrá CAUSAS que generarán CAUSAS.
PUNTOS que generarán PUNTOS.
ETERNIDAD que generará ETERNIDAD.
Una Causa ETERNA., un Eterno Crear.
La Inmutabilidad de lo Eterno. La Inamovilidad de lo Eterno.
El Movimiento de lo Eterno girando dentro de SI.
Creando, sólo Creando…
Creándose a SI MISMO y teniendo, de esa manera a Toda la Creación dentro de SI.
A ese punto tenemos que llegar. SER y NO SER. Ni El Principio, ni EL Fin.
No generar Nada, generando TODO.
Porque en La Nada entra TODO.
DIOS ES NADA – DIOS ES TODO.
Así, de esa manera sólo SOMOS.
Al SER, Sólo SER, ¡llegamos a Nosotros Mismos!
A SER DIOS!
Haydée Bruno.
Aquí les transcribo un escrito mío de enero del año 2004.
Tal vez sea para reflexionar y ponerlo en práctica.
CAUSA y EFECTO
“LA SERPIENTE QUE SE MUERDE LA COLA”
Eso somos.
Nos mordemos la cola, nos duele. El dolor que nos produce esa mordida es el efecto de la causa que nosotros mismos creamos, pero seguimos distraídos el camino. En algún momento volvemos a mordernos la cola, volvemos a sentir el dolor de nuestros propios dientes… ¡Ay!...
En cambio, si estamos atentos, en el “aquí”, en el “presente”, sumergidos en nosotros y viéndonos, mirándonos internamente, lo que pensamos, hablamos y actuamos, nos daremos cuenta rápidamente que estamos por “morder” nuevamente y sentir otra vez el dolor.
Sabemos que la CAUSA es el MORDIZCO.
Sabemos que el EFECTO es el DOLOR.
Entonces…no nos mordamos. ¡ Traguémonos la cola! Sumerjámonos en nosotros de tal manera que lleguemos a SER UN PUNTO. Que seamos EL FIN Y EL PRINCIPIO de Nosotros Mismos!
Que la Causa y el Efecto se unifiquen de tal manera, anulándose, neutralizándose, pasando a convertirse en UNO.
Entonces, no crearemos “CAUSAS”, y por ende no habrá “EFECTOS”.
Y allí nos convertiremos en CREADORES. Sólo habrá CAUSAS que generarán CAUSAS.
PUNTOS que generarán PUNTOS.
ETERNIDAD que generará ETERNIDAD.
Una Causa ETERNA., un Eterno Crear.
La Inmutabilidad de lo Eterno. La Inamovilidad de lo Eterno.
El Movimiento de lo Eterno girando dentro de SI.
Creando, sólo Creando…
Creándose a SI MISMO y teniendo, de esa manera a Toda la Creación dentro de SI.
A ese punto tenemos que llegar. SER y NO SER. Ni El Principio, ni EL Fin.
No generar Nada, generando TODO.
Porque en La Nada entra TODO.
DIOS ES NADA – DIOS ES TODO.
Así, de esa manera sólo SOMOS.
Al SER, Sólo SER, ¡llegamos a Nosotros Mismos!
A SER DIOS!
Haydée Bruno.